Vagabundeo entre las notas de un
blues
permitiendo que me arrastren a
soñar.
Sentada a solas en la esquina del
bar
del barrio al que llaman, "todo es
posible".
Mirando al techo pienso...que
casualidad.
Me pido una doble de sensualidad.
Nuevas notas me abrazan
me liberan, de mi rayada mental.
Me dan la mano, me invitan a
bailar.
Cierro los ojos, me dejo llevar.
La sensual voz me incita.
Un sostenido del saxo
caliente, rompedor
acelera mi respiración.
Somete a mis sentido,
me secuestran las notas
bailoteo por el pentagrama...
Corchea, semifusa, clave de sol
repetición, saltando entre notas
vivo en blanco y negro
sintiéndolo a color.
Me fugo, en un cruce de miradas
el instinto propicia el encuentro.
El barrio hace honor a su nombre.
La propuesta sobre la mesa...
¿Repasamos las agudas y las graves?.
Saltó la chispa, se inicia la función.
Anna B. Pellicer
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