24 de febrero de 2016

¿Pongo la mesa?


¿Pongo la mesa?
La mejor loza
se ha ido quebrando
por silencios, ausencias
y algún perdón,
que no llegó a tiempo.
La cubertería se ha perdido
entre vacías miradas
saboteados sueños
e indirectas intencionadas.
Aunque…
 La mantelería luce descolorida
sigue teniendo completas
las servilletas de tela.
La tuya con un nudo.
Con un triangulo la mía
ese ritual tan cercano
cuanto poso lleva...
A risas alegres.
Miradas traviesas
a roces causales
que descorchaban
un buen cava
o un vino añejo
que me sabe a recuerdo.
Cuanto desgaste da la vida.
Cuanto de aprendizaje.
Superando con rezos
los peores momentos.
Sigo poniendo la mesa,
Vivir nos deja muescas
y en esta mesa...
¡Hay muchas vivencias!

             Anna B. Pellicer

23 de febrero de 2016

Mi...




En comunión con la partitura
que el universo comparte.
Murmullo flojito... Mi Luna.
Me emboba a escondidas
realzando mis sueños
y viste de dulzura mi pensar.
Imagen perfecta,
que se mantiene anclada
a mi suspirar.
Roza con sus vibraciones
a mi enamoradizo corazón.
Esa Luna completa mi paisaje
alumbra con mimo mi caminar
 mientras captura mis palabras,
 sé que las oculta con ternura.
Porque no es la presencia.
Porque no es el contacto.
Es su energía, que recorre
con intención la distancia
que nos mantiene alejadas.
Mi amada Luna, 
es la tercera nota
de una partitura errante.
Que me rescata
 del material anclaje
hasta rozar con efusión
el lenguaje del amor.

                          Anna B. Pellicer

22 de febrero de 2016

Cuando el invierno se vuelva poesía

Cuando solapadas esencias
proyectan el marco perfecto
donde dejar que los sentires
escapen, acariciando el alma,
la sensualidad toma el control
para desgranar con sentido
el placentero gemido
que nos completa.

Una vida que se enriquece.
Una sensación que nos une
con el bailar de la luz
y el roce existencial,
va dejando su poso,
el secreto susurrado.
El perfume.
Las frescas notas
que motivamos.

Cuando se habla
desde el corazón.
Cuando este se desgarra
ahuyentando los miedos
que paralizan pensares.
Entonces el invierno
se vuelve poesía.
El frio abriga más…
 Al alma.
El cuerpo.
 Al sentir.
Al pensar,
 A ti…
 Y a mí.

               Anna B. Pellicer

8 de febrero de 2016

mareas...