20 de septiembre de 2015

ALICIA EN EL PAIS DE....




Me cuelo, me descuelgo
por la madriguera del conejo.
Guardian por su movimiento
del rápido paso del tiempo.
Necesito zambullirme 
para descubrirme cómo Alicia.
Llevo un par de bocados…
Uno de humildad, para crecer.
Otro para después de caer.
Las dudas las comparto
con mis compañeros de mesa
intimos desconocidos que me
preparan sus trampas
entre cafés y palabras.
Mientras dure la incursión...
me acompañará la intuición.
No faltan retos ni adivinanzas,
hasta el destino chistoso
pondrá a prueba mi esencia.
Las cartas se reparten,
van cargadas con censuras,
egoísmos, excusas y miedos.
¡Pero en decidir esta el premio!
¡La liberación del pasaje!
Alicia me ayudó a comprender,
afrontar obsesiones que emergen
que nos atan, nos roban tiempo.
Sigo al conejo siempre deprisa
¡No!...ahora comprendo,
¡es mi tiempo! y lo estoy perdiendo.
Cierro los ojos para volver a la vida.
Dejo atrás un camino 
pero no su aprendizaje...
Volveré lo sé, los reflejos que nos 
reflejan llenan de confusión.

                     Anna B. Pellicer





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