Caminamos cerquita del corazón
paseando en el bolsillo del alma
compartiendo instantes a distancia.
Un camino que
se va arropando
de sonrisas, reflexiones, música
pequeños
guiños que emergen
como las silenciosas luces
de faros regalando afecto.
Ser parte del parpadeo
llena de
satisfacción.
Ese okey deja constancia
que no existe la distancia.
Es el regalo de un segundo
que puede cambia un rictus
transformar
por segundos la vida.
Caminamos cerquita del corazón
paseando en el bolsillo del alma
compartiendo instantes a distancia.
Tenemos la responsabilidad
de compartir nuestra esencia
con ternura y honestidad.
Nuestro mundo, nuestro espacio
tiene solo una huella…
Que podemos camuflar.
Que podemos tunear.
Pero la realidad
no entiende ni comprende
solo estalla sin preguntar.
Anna B. Pellicer
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