Las emociones marchitas
Se desvanece lentamente
Se quedan en las esquinas,
en cada paso
una pequeña porción
marcan el camino
del que se vuelve.
La óptica se desplaza,
Se aleja.
Se distorsiona.
y aunque
¡Me revelo!
no soy nada mas
que una agotada alma
que no tiene mas fuerzas,
¡Ni ganas!
Me siento al borde
de la nada.
Observo.
Lo poco que queda
se esfuma lentamente.
Solo la sombra
recordará que allí
hubo algo que ya no esta.
Reposo.
Acepto y asumo
un lazo necesita dos cabos
destreza y energía compartida.
Me voy
mi vida necesita
dar pasos.
Queda mucho por hacer
y un mundo por conocer.
Anna B. Pellicer
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