del agua,
Al igual que el balbucear
de una palabra
de una palabra
desplaza lentamente
una emoción
intentando
una emoción
intentando
acertar una diana
llamada corazón.
Esa pequeña vibración
a veces consigue abrir puertas
consigue llenar ríos de vida
que se desplazan sin parar
hacia la plenitud del mar.
Cuantos pensamientos
no se impregnan
de vitalidad.
Cuantos se pierden
y solo queda
y solo queda
mecer sus recuerdos.
Pero tarde o temprano
todo vuelve a empezar
Hay un ciclo
que nunca descansa
que nunca descansa
que nunca se para
y en ese vaivén
estamos flotando todos
Anna B.Pellicer
y en ese vaivén
estamos flotando todos
Anna B.Pellicer
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