20 de febrero de 2012

Quizás todo empezo así...


Una mañana cualquiera de cualquier día del año, tanto da la hora y el lugar. ¿Había sol o lluvia?...no me acuerdo. ¿Desayuno comida, cena...quizás fue un aperitivo? Por una compra casual en cualquier supermercado de cualquier ciudad...o sería una tienda o no tal vez un lugar de esos llamados oficial...osease hacienda, justicia, telefónica...no tal vez en un autobús o metro o cuando cogía la bicicleta para cruzar la ciudad...no se tanto da...solo se que no era cuando iba a trabajar, aunque puedo afirmar que me sucedió a mi...salia de algún lado. y en mis manos llevaba algo... ¿una bolsa, un paquete, un móvil...quizás serian las llaves? o no era el correo, lo acababa de recoger de mi buzón...no, no... que digo tenia una revista...si lo que ahora no caigo si era la de naturaleza, la de chismorreo para mi abuela o la de flores y perros para mi hermano...que cabeza tengo, era la de viajes, para preparar las próximas vacaciones, me gusta saber para donde voy y que puedo hacer. Recuerdo un olor, una fragancia un perfume que me traspasaba el alma, recuerdo que cerré los ojos por que necesitaba la intimidad de mis pensamientos para canalizar y ubicar esa sensación tan impactante. Y cuando los volví abrir un ángel, el ser mas especial que jamas pensé encontrar me cogía de la mano y me preguntaba..
-¿se encuentra bien?
Que vibración tonal mas impactante, un escalofrió recorrió mi columna y mi vello se erizo. solo pude contestar con un ausente
no me he olvidado la respuesta es que sencillamente no pude hacer mas que abrir y cerrar los labios. Me pellizque...cosa que no hizo mas que agravar la absurda situación.
-¿seguro que se encuentra bien?
mi respuesta era igual a la de antes, no conseguía emitir ni un sonido...nada de nada...nulidad total...mis labios se abrían y cerraban como si fueran un abanico intentando alejar del pensamiento todo cuanto estaba percibiendo...de repente una risa consigue romper ese trance, una hermosa sonoridad vibracional con una escala amplia de sonidos que me hacían cosquillas en mi paladar y me motivaban a hacer una sonrisa boba boba, donde primero se levantaba un lado del labio para dar paso a un gesto repetido con el otro lado ...la cosa no se si iba para mejor o peor.
-¿quieres que vayamos a tomar algo?¿no quiero dejarte así?
buenoooo ahí tuve una eclosión de felicidad absoluta...mezclada con un desconcierto y muchas mariposas bailando en mi estomago...no recuerdo nada mas que me enamore y que la vida adquirió dimensión. Las cosa mas hermosas ocurren cuando te pillan desprevenid@

                                                            Anna B. Pellicer


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