20 de febrero de 2012

Preludio de un adios


Como en una escala musical
hay veces que un tecla
comienza a sonar mal.
No sabes
No entiendes
pero la sinfonía
no suena igual.
El aire ha desaparecido
y el sol
se escondió detrás de un nubarrón.
La neblina
sale a escena
y todo parece perder color.
El miedo
coge la batuta
de la sensación
y soplas
esperando que todo
recupere su color.
Pero algo por dentro
te dice que esa sera
su mejor versión.
Que los deseos se pusieron
en un colador
y el amor
se diluyo
entre una palabra
que nunca vibrara...
¡Confianza!.
      Anna B. Pellicer


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