29 de febrero de 2012

Cuando desconectamos...que placer


Unas notas que me acompañan
me provocan una necesidad...
sabotear a un pensamiento
cargado de aturdidoras ideas 
que evitan que mi alma
 decida ponerse el pijama
y dar un merecido
estirón emocional.
Como no soy tonta
dejo la misma música
en repetición eterna
hasta que consiga,
agarrarme la mano
y arrastrarme al
dulce abandono
al todo da igual...
Mañana
tendré oportunidad
para seguir
o rectificar.
Las palabras empiezan a eclipsarse.
Eso va bien.
Intento cerrar los ojos...
Ese es un buen plan.
Sigue repitiéndose
ese vaivén
y me dejo llevar...
¡Que voz!
¡Que melodía...me pierdo con ella!
la cabeza se mueve a ritmo de blues
y...que música
Anna B. Pellicer


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