Me perdí en mi propia poesía
me dejé envolver de emociones
que abrían compuertas
a hermosas e increibles sensaciones.
Me entregue sin más.
Creí.
En la dulzura.
Creí.
Que el amor se rozaba
Impregnándome en tus pensamientos.
Formando parte de tus recuerdos
siendo el síntoma de tus risas.
y la solución de tus proyectos.
Creí.
Que algo me unía a ti.
Pero emergieron silencios
y complejas reflexiones
Cada día apagaba
Cada día apagaba
con un suspiro una vela.
La oscuridad fue llenando
nuestro soleado espacio.
Las palabras se las llevaba
el viento sin dejar marcas.
Si nuestros sueños
dejaban un rastro,
soy incapaz de encontrarlo.
Quedó un eco pesado.
Un olvido tan cercano.
Me miro en el espejo
lo rozo con el dedo…
Espejismo o ilusión
¿Quién me engaño?
Mi mente o mi corazón
Tus palabras
O quizás los tres.
Anna B. Pellicer
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