SI FUERAN MIS OJOS

Si fueran mis ojos
los que dieran realce
a mi entorno.

Si fueran mis emociones
las que emergieran
como un torbellino
reformando y retomando
el equilibrio al que aspiro.

Si fueran los pensamientos
que nacen en el corazón
de cada niño,
que mirado
desde esas pequeñas ventanas
A las que hemos puesto barrotes,
Y que aspiran a que algún día
Su realidad tenga
fecha de caducidad.
Los que dibujaran
El mundo.

Buscan lo que desconocen
Pero que su alma les dicta
Porque son seres humanos
Que desean vida, amor, paz
Seguridad, calor, una mirada
Una sonrisa que les inunde el alma.
Solo desean tiempo
Para luchar con dignidad,
A la misma altura
De quien los ignora
Y que no los quiere
Dejar crecer en libertad.
¿Dios tanto cuesta
Que las personas sepamos entregar paz?
Tan difícil es que podamos andar
Uno al lado del otro
Respetando, ayudando
o tan solo acompañando.
Incluso a veces cambiando
Nuestra parada, nuestro destino.
Y con ello celebrar lo que hemos
Aprendido, lo que hemos compartido.

Tan difícil es mirar a los ojos
Y decir… te quiero ayudar,
Quiero formar parte de tu vida.
Deseo que me ayudes a comprender…
En que lugar nos hemos perdido
Donde hemos olvidado el corazón,
Porque hemos permitido que la espalda
Sea la que guíe los proyectos.
Los sueños…
Quiero que comprendas
Lo difícil que es
mirar de frente…
Mientras andamos
pisando porque no nos dejan avanzar.


¡Podemos decir basta!
Solo tenemos que mirar…
Lo vacías que están nuestras manos;
Y nuestras vidas.

Solo tenemos que mirar por la ventana
Y veras que los barrotes
Siguen acompañando
Nuestra realidad.

Solo tienes que mirar tu cartera
Y puede que así entiendas
Que no es
en ese fajo
donde vas a encontrar
 felicidad.

Hay que abrir ventanas
Hay que ponerle ganas
Hay que despertar
Hay que amar
Hay que descubrir lo importante
Que es sentirse vivo
Y saber que en nuestras manos
Tenemos la llave
Que abre lo más importante;
El tesoro más preciado.
Lo que no cuesta ni un centavo

¡La sonrisa de un niño!
Que fue tu sonrisa
En un momento dado
¿Te acuerdas?

Anna B. pellicer