3 de agosto de 2019

Ojito con evadirse

 
Fotografía: @mamen.1001
 
El rocío matutino
comparte su frescura
reavivando al pensamiento.
Más tarde con un buen café
se va fraguando el camino
la estrategia y el ahínco.
Las ideas fluyen y se escapan
al mismo ritmo lo hace el día.
Se enreda en las esquinas
Se pierden en debilidades
Y cada despiste es...
¡Un gran vacío!
Ojito con evadirse.
Dejarse mecer con
palabras oxidadas.
Que las experiencias no sirven
si no se retoma el ahínco.
El rocío matutino
nos regala su frescura
y nos prepara el camino
Para que cada paso
deje su huella y sirva de guia.
Anna B Pellicer

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