Silenciosos pensamientos
que fluyen como el mar.
Silenciosas intenciones
qué ensalzan la vida.
Ideas dirigidas,
oleaje apasionado
que enredan al viajero
confusiones que entorpecen
se quedan inquietando
sin ir a ningún lado.
Silenciosos momentos
absurdos, eclécticos a veces.
Disfrazados de negras nubes,
los miramos mientras se alejan
en compañía del viento
y la complicidad del tiempo.
Pensamientos a la espera
de la eyección o al clic
que empuje a la reflexión.
¡Conquistamos orillas!
¡Acariciamos la vida!
O nos confinamos
a la espera de un rescate.
¡Somos agua en locución!
¡Energía en erupción!
Anna
B. Pellicer
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