Me enamoré de un sentir.
De la lluvia perfumada.
Me enamoré del mar
de su poderío y su calma.
Me enamoré del cielo
de su cercada presencia.
Me enamore de la vida.
Me enamoré de paisajes
que inspiran
frescas palabras.
De los entornos que manan
emociones añejas.
De segundos que irrumpen
con elecciones fugaces.
Me enamore de mis sueños.
Me enamoré del entorno
Por sus versos pausados.
Por los propiciados encuentros
y otros muchos, regalados.
Me enamoré del silencio roto
por tormenta o algún beso.
De mis dibujos en la arena.
De pensamientos revueltos
entre
el horizonte y mi cabeza.
Me enamoré del sentir.
Me enamoré de la vital música
que me alza del suelo.
De ideas locas.
De sentires plenos.
Me enamoré de nostalgias
que ahora habitan mi casa
me abrazan muy fuerte
me unen el alma.
Me enamoré de la vida
y mi
forma de sentirla.
Anna B.
Pellicer
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