Soñé
que un poema
era
más que una métrica...
era
el deseo del alma
a encontrarse
en
surcos de emociones
dibujadas
en arena.
Soñé
que un poema
era
el soplo de la vida
deseando
crecer
en
la esencial
semilla
de amor
que
todo ser vivo
protege
muy dentro
de
su cascaron.
Soñé
que mis palabras
hacían
cosquillas...
despertaban
las ansias
a un
nuevo sentido
de
compartir
lo
que somos y tenemos
Soñé
que soñaba
mientras,
la luna
me
acunaba.
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