
Porque las emociones
son tan sensibles
como una vibración,
como un grado,
como una linea,
como un suspiro.
Nada es tan volátil
como una percepción
pero al igual que un perfume
siempre se reconoce.
Si el viento empuja
una hoja y juega con ella
y la hace volar
y la plasticidad de la imagen
traspasa el umbral de la mente
y consigue que por momentos
el alma salga a jugar.
Si una simple ola consigue
que el infinito llegue a tus pies.
Si una lagrima
evapora los miedos,
las alegrías.
Si la música despierta
la imaginación, abre
la cajita donde guardamos
los anhelos, despierta al cuerpo,
adormece las angustias
y da alas al universo.
¿Porque es tan difícil amar?
Anna B. Pellicer
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