Paisajes que me saben a buen café
a momentos recordados con amor.
Paisajes que acomodaron mi esencia
mi experiencia, a un ritmo llamado yo.
La nostalgia que me agarra la mano
abre despacito el apartado corazón.
Esparce carpetas enteras de risas.
Destapa sin miramientos
las más traviesas y sin pudor,
las
que son cosa de dos.
Con más recato, las que duelen,
sabe que las cicatrices son
acomodos costosos en el alma.
Paisajes que comparten grandes avances
Evocan personas que los realzaron.
Me abrazan y empujan
como lo hacían antaño.
Imágenes que buscan su rastro
que quieren saber su historia
porqué tan sentida es su esencia.
Me fascina la sensación de estación
se suceden tantos paisajes, encuentros.
Mi libro de Bitácora guarda líneas
de un mapa con cómplice universo.
Una sencilla fotografía es la herencia,
el camino recorrido que a borbotones
transpira nuestra unión con la vida.
Anna B. Pellicer
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