Cinco lobitos
Tiene la loba
Cinco lobitos…
No podemos abandonar
esas tradiciones que nos
impulsan a seguir la canción
sin mayor preocupación.
Las repeticiones entrañables
no han caído en saco roto.
¿Aprendemos por repetición?
Aunque apliquemos luego…
¿La inteligencia?
Cambiamos ese espacio original
cargadito de sensaciones,
por novedades que encajamos
por su rapidez cómo podemos.
ponemos un pósit…“revisar”
amontonamos
la información
pensando que tendremos opciones
a comprender, digerir o desechar.
Pero esos cinco lobitos
se transforma en un sí o no
La pausa, la repetición
se fugó de la pauta
¿Quién se la llevo?
¡Hemos madurado!
En segundos decidimos
el porvenir, el resto de la vida.
Hasta que un día descubrimos
¡Que no vamos a ningún lado!
Que el mundo es redondo
Y que antes o después
repetiré un camino
O quizás descubriré
lo que un día deseché
sin mayor atención.
Miro la punta de mis pies.
Las muevo al ritmo
de los cinco lobitos.
Una sonrisa emerge
detrás de esa canción.
Un abrazo me conmueve.
El tiempo que me regalaban…
¡Ese era el regalo!
¡Esa era la enseñanza!
¡Eso era el eslabón!
Me devuelve a las raíces
Me guía en la oscuridad
Amor se llama el camino.
Amor la intención.
Amor el idioma más difícil
Pocos lo estudian
se regala de niños y
se adormece de adultos.
Cinco lobitos tiene la loba
Cinco lobitos…
Anna B. Pellicer
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