Hoy me sorprende una
expresión.
Ahora podría decir que ha
sido
una sentencia, o quizás
realidad velada por mis
ansias…
¡Me quería equivocar!
A veces el destino se
revela curioso
sarcástico y algo travieso conmigo.
Me obsequia con guiños.
Y no comprende, que
aprendo
pero que sé dar una nueva
oportunidad.
Me pone a prueba y le
grito
¡Cada cual aprende en el
camino!
Me intenta dar collejas
Pero mi reflexión me
evade
y solo me llega el rumor
del viento.
Me sumo al carro de la
vida
¡Que queréis que os diga!
Me sumo a la experiencia
compartida.
A la reflexión que nace
de la situación.
A escuchar desde el
corazón.
Y asumir que no todos somos
los perfectos
acompañantes
para todos los destinos.
¡A veces el destino me
saca de quicio!
Pero mi criterio consigue
darle la vuelta
Y de una patada lo
devuelvo a su sitio.
No he venido a que nadie
me indique
No quiero ser abducida
por reglas ancestrales
que siempre me han
demostrado
que el infinito
siempre tiene una razón más
para volver a mirar hacia
atrás.
Somos seres imperfectos ¡Gracias
a Dios!
Y en esa dicotomía baso
mi vida
Aunque a veces...
¡No pueda evitar sorprenderme!
¡No pueda evitar sorprenderme!
Anna B.Pellicer
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