23 de septiembre de 2014

TORBELLINO


Dentro percibo una pelota
que irradia un abanico
de emociones sin control.
A veces la naturaleza se dispara
anulando el botón de stop.
Y la vida se sucede con otra sensibilidad
Lo que antes molaba en verde…
ahora es un rojo pimentón.
Y si el azul me arrastraba
¿En gris?… lo encuentro mejor.
El mar en calma, esta insulso
¡Una buena tormenta!
eso sí da, un buen subidón.
¡Que se agiten los cimientos del corazón!
¡Que se haga añicos mi mente!
Y la existencia vivida se convierta
en un anónimo naufragio.
Quiero despertar agotada, perdida
en cualquier playa
¿Mi primer contacto con la vida?
El roce de la arena.
La sequedad de mi boca
La inocencia de mi entorno
Y los minutos que me he regalado
Intentando sentir quien soy.
¡Intentando esculpir quien soy!
Para que nunca más lo olvide
Añadiré mis nuevas muescas
Despacito y a conciencia.
Respiro profundamente
Tengo claro que la vida siempre
 se cobra su propio peaje.
¿La moneda?… la propia vida.

                                  Anna B. Pellicer

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