24 de julio de 2016

Encuentro



Esa búsqueda del propio sentir
que se oscurece cómo la noche.
Las sombras se perciben con el alma
desde dentro, muy adentro
se desbocan, en sueños intermitentes
donde la soledad abraza y aísla.
Y cualquier luz es un salvavidas
cualquier palabra adquiere importancia
cualquier abrazo se vuelve cobijo,
una pequeña esperanza.
Esa búsqueda del propio sentir
no es camino fácil si el alma
anda girada cómo un calcetín.
El tiempo y la soledad
aprender a diferenciar
la experiencia del día a día
es la mejor brújula
para que cualquier día
las sombras cedan paso
al mejor arcoíris que jamás
hayamos encontrado.
Reconocernos delante del espejo.
Mi unicornio azul al fin tiene su dueño.
Anna B. Pellicer

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