Siempre he creído que la navidad
sabe
a dulzura y almendra fresca.
La
primera cura las heridas
los
malos momentos pasados.
La
segunda se transforma
con
la buena compañía.
Siempre
he creído que la navidad
era
momento para reflexionar
lo
que hacemos, lo que somos
y
lo que entregamos a los demás.
Siempre
he pensado que las fiestas
tienen
de nombre el milagro…
Por
tener un plato en la mesa
Familia
con la que compartir
aunque
solo sea, una tableta de turrón.
Siempre
he creído que la esperanza
Es
lo último que se apaga
es
esa vela encendida
dentro
y fuera del corazón.
Deseo…
Que
la generosidad llene los pensamientos
Liberando
los corazones de envidias y rencores
Que
compartir no sea dar lo que sobra
Porque
honrar es dar valor a un corazón.
Que
la alegría ilumine de vida
cada
momento de superación.
Y
que aprendamos a disfrutar del planeta
Con
armonía y respetando espacios.
Felices
Fiestas y mejor 2015.
Anna B. Pellicer
2 comentarios:
Preciosa reflexion llema de sentido comun...amor...y esperanza...
Gracias Anna por el.cariño que nos envias a todos con tus sentida poesia...
un.beso grande.
juancarlos
Abrazo grande querido amigo <3
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