Me paro a
observar
los detalles que me sorprenden.
Las prisas,
sencillamente
Nos ciegan las
vistas.
Si pudiéramos
desconectar
No tan solo para
descansar.
Si pudiéramos ser
valientes
soñar,
crear los planos
para construir
los cimientos
en el paisaje
adecuado.
Las ansias de vivir
arrasan con las
dificultades
se tornan destinos
necesarios
y nace la necesidad
De plantar una flor
Crecer con las
risas
O tan solo…
deseados silencios
donde trazar
los
siguientes proyectos.
Suspiro.
Miro que en mi
camino
un artesano me da
la mano.
Hay que seguir
andando
Trenzando,
descubriendo
Cargando la mochila
De aprendizajes
caseros
Compartiendo
Zapatos
Y lentamente
Elevar el vuelo.
Hay que seguir
caminado…
Anna
B. Pellicer
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