15 de enero de 2017

DÍ-FRUTO

Disfruto destilando los segundos
que me embarcan en historias
olvidadas, renovadas
por el mismo espacio-tiempo
que me toma de la mano.
Elaboro planos mentales
que trazo con emoción,
luego le pondré la energía
para entregarles mi vida.
De momento la poesía
embruja mis palabras
que fluyen con las musas
a repartir esperanza.
Y mis sueños se condensan
intentando ser rocío
para nutrir con fundamento
cada paso que con tiento
me acerca a ser vividos.
Disfruto destilando el camino.
Lo poco que tengo es un sueño
que día a día perfilo y valoro
como gesta importante.
Miro al cielo y sigo caminando

Anna B. Pellicer

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